Etapa 7 Lobuche - Campamento Base Everest - Gorak Shep
- Cruz y Julio
- 3 feb 2016
- 4 Min. de lectura
16 de noviembre de 2015
Horario: Inicio: 7.30 - Fin: 13.00 – Duración: 5h30’
Climatología: Soleado. Ni una nube.
Distancia: 11,0 kms
Desnivel: subiendo: 498m Bajando: 219m Neto: +279m
Descripción Ruta: Hoy nuestra ruta nos llevará de Lobuche (4910m) al Campamento Base del Everest (5364m) sin otra referencia geográfica en nuestro horizonte que el Pumori (7165m).
Nos levantamos a las 6.30h con 4 grados en el interior de nuestra habitación. Un ligero dolor de cabeza al acostarme, que desapareció con una aspirina, no impidió que durmiéramos 8 horas casi de un tirón. Desayunamos fuerte, como siempre (café o té, tostadas y fruta), y salimos a las 7.30 de Lobuche rumbo al Campamento Base del Everest, por un sendero paralelo al glaciar del Khumbu, con el Pumori (7165m) guiando nuestros pasos, y los de otros muchos trekkers que lógicamente tenían el mismo objetivo para ese día.

En menos de una hora nuestro sendero se sitúa paralelo al glaciar del Khumbu, de una enorme belleza, tanto si miramos hacia atrás…

Como si miramos hacia delante, pose incluida

Cada vez advertimos con mayor nitidez el Kala Patthar (5550m), el pico al que subiremos en la madrugada del día siguiente para ver amanecer detrás del Everest, un pico protegido por el imponente Pumori (7185m), responsable de las muertes acaecidas en el Campamento Base del Everest en el terremoto acaecido seis meses antes, en abril de 2015. A su lado parece insignificante, pero son 5550m de altura. Como bien sabéis, en Europa sólo el Elbrús (5642 m) tiene una altitud mayor.

En dos horas escasas, pero duras por la altitud (todo el recorrido por encima de los 5000m), y por el viento existente, llegamos a Gorak Shep (5140m), donde pararemos a tomar un té, y donde volveremos después de llegar al Campamento Base del Everest para dormir, y subir al día siguiente al Kala Patthar (5550m).

Después de 45’ para dejar los petates en la habitación del Lodge y para tomar un té con galletas, reanudamos la marcha hacia nuestra meta, con más viento que antes.

A medida que nos adentramos en el corazón del Khumbu, el paisaje es más espectacular: en primera línea, Lingtren (6749m), Kumbutse (6665m), Nutpse (7861m), y por detrás, asomando la cabecita, el deseado Everest (8848m). Detrás de mí se advierte con toda claridad la cascada de hielo que va a dar al inicio del glaciar del Khumbu donde se asienta el Campamento Base del Everest. Por otro lado, impresiona la cantidad de nieve acumulada en la pared del Nuptse (7861m), lo que explicará algo que ocurrió al día siguiente.

Primer plano del Everest, tras el Khumbutse y el Nuptse. Mañana, desde la cima del Kala Patthar, lo veremos con mucha más nitidez.

Y aquí se ve perfectamente la cascada de hielo, que como consecuencia del terremoto de abril de 2015 quedó infranqueable, lo que explica que 2015 haya sido el único año sin que nadie haya podido escalar el Everest, desde Hillary lo hiciera en 1953.

Abandonamos el sendero, y nos bajamos al glaciar. Fijaos lo pequeños que parecen Cruz y Gyaljen. La sensación es maravillosa.

En mitad del glaciar se es consciente de donde estás, y que ya puedes tener cuidado al pisar. Hay muchísimas grietas, algunas de ellas muy profundas, suponemos provocadas por el terremoto.

Cruz y Gyaljen junto a una de las rocas que el terremoto arrastró desde el Pumori (7185m) al campamento base del Everest (5364m). Fijaos que sigue estando sobre una capa de hielo… buf

Finalmente, transcurridas dos horas desde que dejamos Gorak Shep, llegamos al Campamento Base del Everest. No olvidaremos jamás la sensación de cumplir con nuestro objetivo:
El momento había que inmortalizarlo

No había tiendas de campaña en el campamento base porque mediados de noviembre, en general, ya no es momento de expediciones al Everest, y porque este año (2015) no se podía subir debido al terremoto de abril, que destruyó las vías de acceso sobre la cascada de hielo.

En el Campamento Base dejamos Cruz y yo algo muy personal: el ramo de flores que llevó un par de semanas antes, cuando nos casamos:

Felices, y exhaustos.

Desde ahí, iniciamos la vuelta por el mismo camino hasta Gorak Shep, después de hacer el Selphie que inmortalizaba el instante de abandonar el lugar que nos había motivado a recorrer 12.500 kms. en avión, y a hacer durante una semana un trekk de ascenso apasionante, pero también duro y exigente. Teníamos una sensación de gratitud hacia nuestro guía difícil de explicar:

De vuelta ya a eso de las 13h en el Lodge, lo primero que hicimos fue tomarnos un té calentito para entrar en calor, lo que Cruz aprovechó para mostrarnos las piedras que se había traído de recuerdo del Campamento Base.

Fijaos lo que vimos desde nuestra habitación. Cualquier lugar es bueno para echar una cabezada, aprovechando el remanso y el calor de la chapa de los tejados.

Comimos pronto, y esta vez la comida estuvo solo regular. Somos conscientes de que a 5000m de altura todo es escaso y costoso. Pero la sopa de verduras nos sentó francamente mal (creemos que el agua no estaba bien hervida) y tuvimos molestias estomacales e intestinales durante un par de días. Nada serio, pero incómodo. De hecho no pedimos nada cocinado para cenar, y nos merendamos el queso que habíamos llevado desde España.
Por la tarde no salimos del Lodge. Ya sabéis que hay dos estrategias para los que quieren subir al Kala Patthar. La que hicimos nosotros, que consiste en llegar al Campamento Base, volver a Gorak Shep, y subir la madrugada siguiente al Kala Patthar para ver amanecer en el Everest. Y la alternativa, que es llegar a Gorak Shep, subir por la tarde, ver atardecer en el Everest, e ir al campamento base al día siguiente. Los trekkers que optaron por subir esa tarde, volvieron maravillados, pero muertos de frio por el intenso viento que soplaba. Nos pusimos en lo peor, así que nos fuimos muy pronto a la habitación (a las 20.00), a meternos en el saco para entrar en calor, y pasar la noche lo mejor que pudiéramos. Habíamos visto en youtube y en varios blogs que muchos trekkers, después de llegar a Gorak Shep, pasan tan mala noche por el frío y la falta de oxígeno, que son incapaces de subir al Kala Patthar al día siguiente. Las seis horas siguientes eran las más complicadas del trekking.
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